7 de noviembre de 2010
Segundo día en Barcelona. "La vida es sagrada e inviolable desde el momento de su concepción": Benedicto XVI
Antes del comienzo de la Santa Misa en la Sagrada Familia, con el rito de la dedicación del Altar y de la Iglesia, el Papa tuvo una reunión con el Rey Juan Carlos y su esposa Doña Sofía.
En su homilía el pontífice dijo que hoy en día se debe "superar la escisión entre conciencia humana y conciencia cristiana, entre existencia en este mundo temporal y apertura a una vida eterna, entre belleza de las cosas y Dios como Belleza. Al parangonar la Iglesia (como estrcutura) con la Iglesia (como realidad que es, el pueblo de Dios) señaló: "El Señor Jesús es la piedra que soporta el peso del mundo, que mantiene la cohesión de la Iglesia y que recoge en unidad final todas las conquistas de la humanidad... La Iglesia no tiene consistencia por sí misma; está llamada a ser signo e instrumento de Cristo, en pura docilidad a su autoridad y en total servicio a su mandato... Al consagrar el altar de este templo, considerando a Cristo como su fundamento, estamos presentando ante el mundo a Dios que es amigo de los hombres e invitando a los hombres a ser amigos de Dios".
Y en este punto, el Papa tocó un tema importantísimo de su visita: la Familia y su protección, y abogó porque el Estado y la sociedad la protejan: "La Iglesia aboga por adecuadas medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su plena realización; para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia sean decididamente apoyados por el Estado; para que se defienda la vida de los hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepción; para que la natalidad sea dignificada, valorada y apoyada jurídica, social y legislativamente. Por eso, la Iglesia se opone a todas las formas de negación de la vida humana y apoya cuanto promueva el orden natural en el ámbito de la institución familiar".
En la tarde el pontífice acudió al Instituto Nen Déu, Obra Benéfico Social, que atiende a discapacitados. Ahí el Papa recorrió las instalaciones y bendijo la primera piedra de la futura "Residencia Benedicto XVI". Más tarde se trasladó al Aeropuerto Prat de Barcelona para regresar a Roma.