El miércoles el Papa Benedicto XVI presidió la Misa y la ceremonia de bendición e imposición de la ceniza en la basílica de Santa Sabina en Roma, una iglesia del siglo V y que por tradición centenaria ha sido el lugar en donde los papas acuden el miércoles de ceniza para marcar así el comienzo de la cuaresma.
En su homilía el Papa se refirió a este periodo como un tiempo en el que la Iglesia invita a la reconciliación, a la penitencia y a la conversión y señaló… "que nuestro mundo tiene necesidad de ser convertido por Dios, el mundo dijo… necesita su perdón y su amor, el mundo necesita un corazón nuevo, señaló el pontífice". Después de la homilía, el Cardenal Josef Tomko impuso la cenizas al Papa y éste a su vez impuso la ceniza a algunos clérigos y fieles presentes en la ceremonia.
Este periodo de cuaresma de cuarenta días tendrá como culmen la semana mayor, la semana santa que, pues este año tendrá una novedad y es que el Papa Benedicto XVI responderá a algunas preguntas del público en una entrevista pre grabada días antes y que será transmitida el viernes 22 de abril a través de la cadena de televisión estatal italiana la RAI.