Roma, 21 de abril de 2011. El Papa Benedicto XVI presidió hoy por la tarde, en la Basílica de san Juan de Letrán, la Misa "In Caena Domini" que recuerda la última cena de Jesucristo. Durante la ceremonia litúrgica el pontífice lavó los pies a 12 sacerdotes de la diócesis de Roma, imitando con ello el gesto de servicio y humildad que realizó Jesucristo durante la última cena con los apóstoles. La Misa fue concelebrada por más de cien sacerdotes, obispos y cardenales.
El Papa habló en su homilía sobre el significado de la última cena de Jesucristo y del significado de la unidad en la Iglesia. Al respecto, el pontífice refiriéndose a un texto de San Lucas dijo: “Hoy comprobamos de nuevo con dolor que a Satanás se le ha concedido cribar, a los discípulos de manera visible delante de todo el mundo... pero sabemos que Pedro, que va al encuentro del Señor a través de las aguas agitadas de la historia y está en peligro de hundirse, está siempre sostenido por la mano del Señor y es guiado sobre esas aguas", señaló Benedicto XVI".
La colecta realizada durante esta Misa fue destinada, por disposición del Papa, a las víctimas del terremoto de Japón. Al final de la celebración, Benedicto XVI rezó unos minutos ante el Santísimo Sacramento y posteriormente lo trasladó al lugar de la reposición, en una capilla de la misma Basílica.
Homilía de su Santidad Benedicto XVI