2 de diciembre de 2012

El Papa exhorta a los laicos a la acción: "fórmense en la caridad" y actuén organizadamente, indica

Aquí estoy. No, no me he ido a ningún sitio, simplemente que con tanto ajetreo, me es a veces imposible dedicar tiempo al blog. Pero aquí estoy con mucho gusto para comentar un cambio importante que la prensa comercial no publicó. Se trata de la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio de Benedicto XVI "De caritate ministranda" (Sobre el servicio de la caridad) publicada por el sitio web de la Santa Sede el 1 de diciembre de 2012 y que entra en vigor el 10 del mismo mes. Se debe entender que un Motu Proprio proporciona el marco jurídico para un tema determinado, contiene la normativa específica que se ha de seguir, no es simplemente una "bonita" carta bien redactada. No. Se trata de la ley en esa materia. Una ley que se une a las ya vigentes, es decir al Código de Derecho Canónico y a otros documentos eclesiales que tengan el mismo peso jurídico.

"De caritate ministranda" proporciona un marco normativo para ordenar mejor las formas eclesiales organizadas del servicio de la caridad. La Iglesia, entendida en su conjunto, cumple concretamente con el mandato de la caridad que nos dejó Jesucristo, de manera tangible, real. No dando simplemente una "dádiva" cualquiera a un necesitado, sino vistiendo al desnudo, visitando al enfermo, dando de comer al hambriento, dando cobijo al refugiado, ofreciendo el servicio de la escucha, etc. Por ende, para ordenar mejor la forma en que las organizaciones de la Iglesia proveen este servicio, el Papa Benedicto XVI sacó esta carta.

Se trata de poner orden a aquellas organizaciones de ayuda humanitaria, pues hay muchas que cumplen de manera hasta heroica este mandato, por ejemplo Caritas que es una verdadera asociación católica de caridad. El Papa desea que lo que se llame católico, sea verdaderamente tal, y no se ande por los límites. Y es que hay otras tantas asociaciones que ni son católicas, ni están organizadas. El Papa en este documento especifica los fines, la esencia y el marco jerárquico de una verdadera asociación católica. Y es que hoy en día no se entiende bien la idea de que la Iglesia que peregrina en la tierra es una institución jerárquicamente organizada.

El documento continúa analizando cómo es que se tienen que organizar y cuáles son las estructuras jerárquicas dentro de las asociaciones que se llaman católicas. A partir del apartado 9, se dice algo importante: "El Obispo debe favorecer la creación en cada parroquia de su circunscripción de un servicio de 'Caritas' parroquial o análogo, que promueva asimismo una acción pedagógica en el ámbito de toda la comunidad para educar en el espíritu de una generosa y auténtica caridad". Aquí lo que se indica es que Caritas, en este caso parroquial, debe ejercer "una acción pedagógica" para educar en la caridad. El objetivo es que viendo cómo funciona Caritas, los laicos puedan no sólo participar, sino inspirarse en su modelo para cubrir otras necesidades de la comunidad. Véase cómo se exhorta a los laicos a ser "emprendedores", siempre vinculados a la iglesia, y respetando sus principios y leyes.

El documento indica que "los fieles tienen el derecho de asociarse y de instituir organismos que lleven a cabo servicios específicos de caridad, especialmente en favor de los pobres y los que sufren", pero siempre vinculados a los pastores de la Iglesia y respetando las leyes, principios y valores católicos. ¿Qué quiere decir esto? Que los fieles pueden asociarse y crear organismos para cumplir el mandato de Cristo de la caridad, y no esperar a que la iglesia, entendida aquí como una diócesis o una parroquia, por ejemplo, hagan todo este trabajo.

Lo anterior suena a obviedad en algunos países como Alemania, o de cultura anglosajona, en donde son los ciudadanos quienes por lo regular toman la iniciativa y no esperan a que "alguien" resuelve el asunto. Entre ellos se organizan para resolver un problema determinado o asociarse para perseguir un fin o un ideal común. Vean por ejemplo el sin número de asociaciones alemanas existentes, que no dependen de nadie más que del grupo de personas que las integran. Y así se desarrollan para perseguir un fin concreto, sea el cuidado de la flora en el vecindario, la dignidad de las calles donde se vive, la realización de una celebración anual, etc. Este espíritu de responsabilidad, iniciativa propia y proactividad es muy incipiente, casi inexistente en las culturas latinas (de lenguas romances como Italia, Portugal y muchos países de América Latina). Un ejemplo concreto es México, en donde una parte considerable de los fieles que asiste a Misa dominical, van única y exclusivamente con espíritu de "recepción"; y aunque efectivamente reciben la gracia de Dios, que es lo más importante y valioso que hay, pocas veces pensarían en contribuir constante y disciplinadamente para la comunidad en la que viven. Lo mismo sucede fuera del ámbito parroquial. Cuando existe algún problema de orden público, como la basura acumulada en un parque, la fealdad  o indignidad de muchas de las calles,  muy pocos pensarían en asociarse entre ellos mismos para enfrentar el problema. Esperan a que "alguien" venga a resolverles el problema, llámese gobierno municipal, federal, delegación, o hasta la parroquia.

Pues en este documento del Papa invita a los laicos, especialmente de las culturas latinas a "despavilarse" y despertar, tomar la iniciativa y ser emprendedores para que entre ellos mismos, se asocien y cumplan el mandato de  Cristo, que está dirigido a toda la Iglesia, y no sólo a los obispos, sacerdotes, diáconos, sino a los laicos, siempre vinculados a las autoridades de la Iglesia, respetando sus leyes y principios católicos.

Bueno, yo aquí sigo, nos vemos en facebook, twitter o si hay alguna noticia importante de la Santa Sede, nos escuchamos en Enfoque Noticias. Un abrazo.